Los términos de intercambio externos que
enfrentan los países productores de materias primas han mejorado
notablemente en los últimos años, lo cual ha generado importantes
cambios en sus economías. Este trabajo analiza la dinámica de los shocks en
los términos de intercambio externos sobre el producto doméstico y la
balanza comercial en el caso de la economía argentina. En particular, se
intenta verificar la existencia del efecto Harberger–Laursen–Metzler
(HLM): un incremento (caída) en los términos de intercambio externos
determinaría una mejora (deterioro) en la balanza comercial. El trabajo
utiliza una propuesta de VAR estructural, que permite que los shocks no
anticipados en los términos de intercambio externos afecten el producto
y la balanza comercial en el largo plazo. Los resultados encuentran
evidencia preliminar que avala la existencia del efecto HLM. Asimismo,
los shocks positivos en los términos de intercambio externos muestran un efecto positivo y permanente sobre el PIB real.
La bibliografía se ha ocupado en analizar
el papel que desempeñan los términos de intercambio externos (TIE) como
determinantes de las fluctuaciones económicas en economías pequeñas y
abiertas. Sobre el particular, varios trabajos enfatizan el papel que
desempeñan los precios de los productos de exportación en términos de
los precios de importación, para explicar los movimientos en el producto
doméstico, la balanza comercial y el tipo de cambio real.
Varios autores destacan el impacto de las
fluctuaciones en los términos de intercambio externos sobre el
crecimiento del producto y los ciclos económicos. Mientras que en las
economías en desarrollo estos shocks podrían afectar los niveles
de actividad a raíz de la especialización de estos países hacia las
exportaciones de materias primas y debido a su dependencia respecto a
las importaciones de bienes de capital, en las economías más
desarrolladas el impacto de los shocks en los términos de
intercambio externos obedecería preferentemente a los incrementos
generados en los precios relativos de la energía.1 Algunos trabajos sugieren incluso que no serían los shocks en
los precios reales de las materias primas los que determinarían los
niveles de actividad económica, sino más bien las políticas
macroeconómicas implementadas por los gobiernos para hacer frente a los
incrementos en estos precios, las que afectarían, en definitiva, los
cambios en el producto interno (Bernanke, Gertler y Watson, 1997). Estos
autores muestran que la economía de Estados Unidos respondería en forma
diferente a los shocks de precios externos (por ejemplo, los
incrementos en los precios del petróleo) cuando las tasas de los fondos
federales se mantienen constantes, que cuando se incrementan por parte
de la FED. En este segundo caso, podría llegar a observarse una caída en
el PIB real.
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-20452009000200003
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