El equilibrio (E) es el precio de mercado (P*) que hace que confluyan los intereses de compradores y vendedores: la demanda y la oferta se igualan y el mercado se vacía, es decir, la cantidad del bien que se intercambia (Q*)
coincide con la cantidad que los consumidores quieren comprar a ese
precio y con la cantidad que las empresas están dispuestas a vender.
El equilibrio, por tanto, se define por un precio y una cantidad intercambiada (P*,Q*).
Un ejemplo puede ser el mercado del tomate de pera en Navarra. Una situación de equilibrio en plena temporada se podría corresponder con un precio de 1 €/Kgr. y una cantidad intercambiada de 2.000 Kgr. diarios. Para este precio de equilibrio el mercado se vacía: los agricultores recogen cada día 2.000 Kgr., que es exactamente la cantidad que compran los consumidores de tomate de pera. Nada sobra y nada falta en el equilibrio (para simplificar la situación suponemos que los agricultores venden directamente su producto).
Un ejemplo puede ser el mercado del tomate de pera en Navarra. Una situación de equilibrio en plena temporada se podría corresponder con un precio de 1 €/Kgr. y una cantidad intercambiada de 2.000 Kgr. diarios. Para este precio de equilibrio el mercado se vacía: los agricultores recogen cada día 2.000 Kgr., que es exactamente la cantidad que compran los consumidores de tomate de pera. Nada sobra y nada falta en el equilibrio (para simplificar la situación suponemos que los agricultores venden directamente su producto).
¿Es realista la situación de equilibrio de un mercado? En muchos mercados el equilibrio, si se alcanza, se mantiene durante poco tiempo, debido a que cambian las condiciones del mercado, tanto por el lado de la oferta como por el de la demanda.
P. Samuelson, premio Nobel de Economía, afirma en su manual Economía, que las curvas de oferta y de demanda sólo permanecen quietas en los libros de texto. En la realidad se producen cambios frecuentes que afectan a una u a otra: variaciones en los precios de los factores, cambios en las modas, avances tecnológicos, etc.
Por otra parte, el análisis económico supone situaciones de competencia perfecta, en las que la oferta del mercado la realizan un gran número de empresas que compiten entre ellas, de forma que ninguna es tan poderosa como para establecer el precio. Lo que encontramos en la realidad, por el contrario, son mercados con pocas empresas que tienen poder de decisión sobre los precios, utilizando la estrategia de reducir la producción para conseguir elevados precios y beneficios.
En los temas anteriores hemos visto que, cuando cambia alguna variable de las que determinan la oferta o la demanda distinta al precio del bien, las curvas se desplazan, cambian de posición en las coordenadas referidas al precio. Lógicamente, si esto sucede, el punto de equilibrio también cambiará, danto lugar a un nuevo precio y cantidad intercambiada (P* y Q*) en el equilibrio.
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